Un Juzgado de lo Penal ha condenado a tres años de prisión, por 26 delitos consumados contra la intimidad, a un trabajador que grabó a sus compañeras con una cámara oculta en los aseos de un centro de trabajo.
El condenado instalo de forma fija en los baños de la empresa medios de grabación en audio y vídeo , haciéndolo sin ninguna autorización ni conocimiento por parte de las usuarias de los baños , perpetuándose dicha conducta por el lapso de tiempo de mas de 4 años .
El hecho fue descubierto cuando de casualidad un empleado encontrara un objeto negro y tras preguntar en la empresa de quien era, se apercibieron de que era una cámara de captación de señal en vídeo .